Primero fue Alkate, hace unos años.
Le bastó un rato y mucha chispa para montar esta joya:
La Última Cena, versión Boscos.
Con santos, pecadores, pan, vino, bromas, hermandad… y esa fe nuestra: la de Boscos Lacturale.
🧡 Luego vino José Mari, que inmortalizó la escena real.
Después de un almuerzo. Sin posados. Sin filtros.
Y la bautizó como solo él sabe:
“El penúltimo almuerzo”.
Porque eso es lo que nos da vida.
Los almuerzos.
Las bajeras, si existen.
Las risas que nacen solas.
Los que están, y los que se sienten aunque no estén.
Hoy no hay fútbol.
Este domingo no va de goles.
Va de parar.
Va de pensar.
Hoy es Domingo de Resurrección.
Y más allá de lo religioso, es un día que invita a reflexionar.
No hace falta haber caído para volver a levantarse (o sí).
A veces basta con parar y mirar la vida con ilusión.
Volver a sentir ganas. Volver a contagiar energía.
Volver a transmitir.
Dicen que hoy resucitó.
¿Será verdad? No lo sabemos.
No había móviles. No había cámaras. No hay vídeos. No estaba Alkate con su cámara para inmortalizarlo. Solo fe.
Y la fe, al final, es eso:
creer en lo que te empuja, lo que te anima, lo que te hace seguir.
Creer en algo, en alguien, en los tuyos.
Creer en ti.
✨ Porque resucitar no es volver del más allá…
Es volver a lo que te hace bien.
Y si es con los de siempre, mejor.
Porque la vida, a veces, solo te pide eso:
seguir caminando. Y hacerlo con alma.
Y yo lo tengo claro:
quien no transmite, no deja huella.
El que transmite…
da vida.
Contagia. Inspira. Se queda.
Y eso, amigos,
eso sí que es resucitar.
📷 De la Última Cena al Penúltimo Almuerzo.
Que nunca falten las risas, el pan, el vino…
ni el grupo de siempre.
Boscos Tximitxurri Trakata… o Trakatrá. ¡Eh!