Hagas lo que hagas, siempre te criticarán

Hagas lo que hagas, siempre habrá críticas. Este artículo reflexiona sobre la importancia de vivir con autenticidad, aprender a ignorar los juicios y encontrar la libertad siendo fiel a uno mismo. Porque, al final, lo que importa es cómo eliges vivir tu vida, no lo que otros piensen de ella.
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Diego Maquirriain

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Este post lo escribí en la hora previa al partido de Andoni. Cada día me gusta más escribir lo que siento, plasmar esas ideas que rondan en mi cabeza y que, de alguna manera, conectan con lo que vivo. Ayer, mientras esperaba el calentamiento, tenía claro lo que quería escribir.

En el descanso, nos fuimos a tomar algo a la Peña El Charco y, sin buscarlo, la vida me regaló un momento perfecto para confirmar todo lo que tenía en mente.


Jordi Següés y la verdad que nadie quiere escuchar

Hace poco vi un video de Jordi Següés que me impactó. Decía algo que todos sabemos, pero pocas veces aceptamos:

  • Si duermes mucho, la gente piensa que eres perezoso.
  • Si estás delgado, la gente piensa que estás enfermo.
  • Si vistes bien, la gente piensa que presumes.
  • Si eres serio, piensan que no tienes sentido del humor.
  • Si sonríes y eres divertido, piensan que eres inmaduro.
  • Si dices lo que opinas, eres irrespetuoso.
  • Si no dices la verdad, eres un hipócrita.
  • Si no tienes pareja, piensan que es porque no encuentras a nadie.
  • Y si tienes éxito, eres arrogante.

Hagas lo que hagas en la vida, te criticarán.

Y Següés concluía con una frase que se me quedó grabada:

«Así que haz lo que te hace feliz e ignora las opiniones de los demás. Si se fijan en ti y te juzgan, es porque no tienen nada más importante en la vida que tú.»

Mientras veía el video, pensaba en lo acertado que era todo esto. Es imposible gustarle a todo el mundo. Siempre habrá quien critique, quien comente, quien opine sin que se lo pidan. Incluso este blog.

Sí, porque seguro que habrá quien piense: “¿Para qué escribe esto? ¿A quién le importa? ¿Qué se cree?” Je, je.

Y mi respuesta es sencilla: me da igual.

Escribo porque lo disfruto, porque siento que puedo aportar algo a quien quiera leerlo. Porque quizá, entre los que pasan por aquí, haya alguien a quien este mensaje le sirva.


La lección de mi Yaya

Ahora vemos vídeos como el de Jordi Següés, pero este mensaje yo lo aprendí mucho antes, de alguien que no necesitó redes sociales para transmitirlo. Mi Yaya.

Genuina como pocas, con una memoria prodigiosa, un sentido del humor admirable y una personalidad que llevo dentro. Mi Yaya era de esas personas que no necesitaban explicarte nada para transmitirte todo.

No tuvo la oportunidad de estudiar ni de escribir libros, pero sus lecciones se quedaron grabadas en mi alma. Tenía una canción que cantaba a menudo, con esa ironía que tanto la caracterizaba, y que hasta el día de hoy me sigue arrancando una sonrisa:

«La Yaya bebe, la Yaya fuma,
la Yaya hace lo que le da la gana.»

Y lo curioso es que ni bebía ni fumaba. Pero ese es precisamente el punto. Con su humor tan directo y su forma de ver la vida, me estaba enseñando una lección que no entendí del todo hasta que crecí:

Haz lo que quieras, sin importar lo que digan los demás.

Para ella, ese era el verdadero secreto de la libertad. No buscar la aprobación de nadie, vivir con autenticidad y disfrutar sin miedo.


El momento en El Charco

Y entonces, en el descanso del partido, nos fuimos a tomar algo al Charco y allí lo vi.

Dos mujeres, rondando los 90 años, con un par de martinis en la mano, riéndose como si el mundo no existiera. Y de repente, vi a mi Yaya en ellas.

Abiertas, diferentes, sin miedo a nada, sin preocuparse por el qué dirán.

No me pude resistir. Me acerqué, hablamos, nos reímos, y les pedí una foto. Y lo mejor de todo es que les faltó tiempo para aceptar.

Me contaron que estaban celebrando «La Escalera», que se tomaban un martini cada día y que esa tarde incluso harían tardeo en el Charco. Me dieron ganas de quedarme con ellas.

Eran la representación perfecta del video de Següés, pero también de algo más cercano: del espíritu de la Yaya.

Y ahí estaba yo, en medio de todo eso, confirmando lo que quería transmitir en este artículo:

La vida se trata de vivir según tus propias reglas, disfrutando sin importar lo que otros puedan pensar.


El verdadero éxito: vivir con autenticidad

Esa canción de mi Yaya, esas risas en El Charco y el mensaje de Jordi Següés siguen resonando en mi cabeza cada vez que alguien intenta cuestionar mis decisiones o cuando me pregunto si estoy haciendo las cosas «correctamente».

Lo que he aprendido es que lo importante no es si lo que haces encaja con las expectativas de los demás. Lo importante es si lo que haces encaja contigo.

Así que si algo quiero dejar con este artículo es esto:

Vive como quieras, ríete de los juicios y camina con la tranquilidad de saber que estás siendo tú mismo.

Porque ahí, en esa autenticidad, es donde realmente se alcanza la libertad y la felicidad.


Y ahora te pregunto…

¿Estás viviendo según lo que quieres, o según lo que piensan los demás?

Hoy me quedo con la lección de mi Yaya, su risa, su ironía y su manera de ver la vida. También con las dos mujeres del Charco, que me enseñaron que la esencia de la vida no está en lo que hacemos, sino en cómo lo vivimos.

Porque al final, hagas lo que hagas, siempre te criticarán.

Así que haz lo que te hace feliz. Porque la vida es demasiado corta para vivirla según las expectativas de otros.

Sobre el autor

Diego Maquirriain

🚀 Transformar ideas en impacto real

No se trata solo de lo que haces, sino de cómo lo haces y por qué lo haces. A lo largo de mi trayectoria, he aprendido que el conocimiento no sirve de nada si no se comparte, que las mejores oportunidades nacen de las relaciones auténticas y que el éxito no es solo un destino, sino la huella que dejas en los demás.

Durante más de 20 años he trabajado en liderazgo, estrategia y gestión de proyectos en sectores tan diversos como el marketing, las ventas, la innovación y el desarrollo social. Desde la creación y dirección de la Fundación Osasuna, donde aprendí el valor de las alianzas estratégicas al gestionar más de 500 patrocinadores, hasta la dirección de proyectos en Nicaragua, donde lideré iniciativas que generaron un impacto social tangible.

Mi paso por el mundo corporativo, en compañías como TICNA y Q+D, me ha permitido desarrollar estrategias avanzadas en marketing digital, ventas e inteligencia artificial, logrando resultados medibles y transformaciones reales en negocios y organizaciones.

¿Por qué este blog?

Porque creo en el poder de compartir experiencias y aprendizajes. Si hay algo que pueda ayudar a alguien, entonces este espacio habrá cumplido su propósito. Aquí no se trata de vender nada, sino de aportar valor, de inspirar, de conectar.

Si algo he aprendido en todos estos años, es que la diferencia entre la gente «top» y la gente «del montón» no es el talento, sino la actitud. Y si algo puedo hacer por los demás, es compartir herramientas, ideas y reflexiones que sirvan para tomar mejores decisiones, superar desafíos y, sobre todo, disfrutar más del camino.

💡 No esperes a estar listo para empezar. Empieza y estarás listo.
🔥 Hazlo con pasión, o no lo hagas.
💪 Porque la única meta real no es ganar, es darlo todo hasta el final.

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