Hoy es 15 de julio.
Y sobre el papel, no es más que eso: una fecha.
Pero para quienes vivimos San Fermín con el corazón, es mucho más.
Es el día que se detiene todo.
Ese en el que uno respira hondo y recuerda.
Nueve días que no son simples marcas en un calendario.
Son un torbellino de emociones, abrazos, canciones, almuerzos, paseos, encierros… y también alguna lágrima que se escapa sin pedir permiso.
Cada jornada distinta, pero todas con ese mismo latido.
Y este año, como cada año, volvimos a encontrarnos con los de siempre.
Plaza de Toros, Casino, Txoko, Niza…
Risas que no envejecen, miradas que no necesitan palabras y esa complicidad que solo da el tiempo.
Hubo sustos, porque la vida es así.
Y así es como se aprende. Sobre todo los chavales.
Pero también hubo bailes, reencuentros, emociones y momentos para guardar.
Algunos faltaron.
Y, sin embargo, estuvieron.
En cada brindis. En cada canción. En cada silencio que nos rozó el alma.
Y entre los recuerdos que vuelven, hay uno que nunca olvido…
Yo venía directo de un encierro de la villavesa.
Aún con el pañuelo puesto y el alma en ebullición.
Llegué a las picisnas y me dijeron que necesitaban gente para trabajar al estadio.
Era 15 de julio.
Los bancos corridos de la vieja tribuna empezaban a desaparecer.
Y nosotros, el cansancio pudo más, nos quedamos dormidos —literal— debajo de los bancos corridos.
Seguro que Gustavo, Manu y Carli, estarían el puesto de helados.
Tiempos aquellos.
Javier Primo, el conserje.
Con esa retranca suya, nos miró y nos soltó:
“Venga chavales, a dormir a casa, que ya vale por hoy…”
Ese viejo Sadar..
Cuántas historias!!
Y hoy, 15 de julio, no solo terminan las fiestas.
Empieza algo.
Un pensamiento.
Una reflexión.
Una promesa.
Porque este día, para muchos, es como un 1 de enero.
No porque haya que hacer listas de propósitos ni marcarse retos.
Sino porque es como volver a nacer.
Con ilusiones nuevas.
Con una mirada limpia.
Con el corazón lleno.
¿Y si fuéramos así todo el año?
¿Y si viviéramos con esta alegría, con este modo de estar, con este abrazo que dura más allá del 14 de julio?
La vida sería distinta.
Más humana.
Más viva.
Porque San Fermín no es solo una fiesta.
Es una forma de estar en la vida.
Y eso… eso no se olvida.
📽️ Vídeo resumen – San Fermín 2025
https://youtu.be/BgMhVwBECRs