31 de diciembre. El último día del año.
Hoy es un día para detenerse un momento.
Para mirar atrás y sentir todo lo que hemos vivido.
Pero también para mirar hacia adelante, con la ilusión de lo que está por venir.
Y mientras el año se despide, suena en mi cabeza esa canción que tantas veces hemos cantado:
«Esta mañana me he levantado, con los gigantes, tra la la lá.»
Es más que una canción. Es un sentimiento.
Es la banda sonora de los recuerdos que guardamos.
Y el himno de lo que compartimos.
Hace años, cuando Andoni era pequeño, le ponía un vídeo de gigantes.
Se me pegó la canción de tanto escucharla, y de tanto cantarla, hice mi propia versión.
Desde entonces, se ha convertido en nuestra canción para celebrar los buenos momentos.
Los gigantes que nos levantan
Hay personas que son gigantes. No por su tamaño, sino por lo que representan en nuestras vidas.
Gigantes son los que están ahí cuando más lo necesitas.
Los que te hacen reír cuando el día pesa.
Los que celebran contigo cada pequeña victoria y te empujan cuando el camino se hace cuesta arriba.
Gigantes son los amigos que siempre están.
La familia que nunca falla.
Las risas que no se olvidan.
Y hoy, más que nunca, es un día para agradecerles.
Por acompañarnos.
Por empujarnos a seguir.
Por ser parte de lo que somos.
Una canción que nos une
«Esta mañana me he levantado, con los gigantes, tra la la lá.»
La cantamos porque nos hace sentir parte de algo más grande.
Porque en cada nota hay un recuerdo, una historia, un momento vivido.
La hemos cantado:
- En almuerzos largos y sobremesas interminables.
- En comidas con tardeos que acaban a menos cuarto.
- En fiestas, partidos, viajes y reencuentros.
Y lo más bonito es que siempre volvemos a cantarla.
Porque esa letra es un símbolo.
De amistad.
De unión.
De la certeza de que la vida siempre es mejor cuando estamos juntos.
Lo que dejamos atrás y lo que nos espera
Hoy miramos atrás y nos damos cuenta de todo lo que hemos vivido:
- Las risas compartidas.
- Los brindis que empezaron como uno y terminaron siendo muchos.
- Las historias que, aunque repetidas, siempre nos sacan una carcajada.
- Los abrazos, los viajes, los reencuentros.
Pero también miramos hacia adelante, porque sabemos que lo mejor está por venir:
Nuevas historias. Nuevos recuerdos. Nuevas canciones.
Y todo eso, como siempre, juntos.
Brindemos por lo que somos
Esta noche, cuando el reloj marque las doce, brindemos.
Por lo vivido.
Por lo que vendrá.
Y por seguir levantándonos cada día con los gigantes.
Porque al final, eso es lo que importa.
Seguir andando juntos.
Seguir cantando.
Seguir compartiendo momentos que se quedan grabados para siempre.
Feliz Año Nuevo
Que el 2025 nos traiga más risas.
Más abrazos.
Más canciones.
Que sigamos celebrando la vida como siempre lo hemos hecho: juntos.
Y que cada mañana podamos seguir cantando:
«Esta mañana me he levantado, con los gigantes, tra la la lá.»
Porque al final, la vida es eso:
Levantarnos cada día.
Seguir caminando.
Y sentirnos afortunados por quienes nos rodean.
Feliz año nuevo.
Que el próximo capítulo sea tan inolvidable como los que ya hemos escrito.