Hay que tirar, porque si entra… ¡gol!

En la vida, como en el fútbol: el que no tira, no gana En un partido, el gol no llega solo: alguien arriesga, alguien dispara, alguien se atreve a probar suerte. Puede que falle, puede que el balón golpee el poste, pero hay algo seguro: si no lo intentas, nunca marcarás. La vida funciona igual. Cada vez que te enfrentas a una decisión, a un reto o a una oportunidad, tienes dos opciones: Quedarte quieto y no intentarlo. Tirar a puerta, arriesgarte y confiar en que puede salir bien. Porque cuando decides intentarlo, no estás solo. Alguien te ha pasado el balón, alguien está apoyándote. El gol nunca es solo del que tira, sino de todo el equipo que lo hace posible.
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Diego Maquirriain

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Tabla de contenido

Porque el éxito no es solo del que tira, sino de todo el equipo que lo hace posible.

1. La valentía de tirar: el primer paso hacia el éxito

Recuerdo perfectamente ese gol. El pase llegó perfecto, pero tuve un segundo de duda: “¿Y si fallo?”. Al final, decidí intentarlo. Tiré con fuerza, con decisión… y entró. En ese instante entendí que arriesgarse es la única manera de marcar.

Ese momento me enseñó algo muy importante: quien no arriesga, no gana. Puede que falles, sí, pero si no lo intentas, te quedas sin la posibilidad de acertar.

  • ¿Y si propones esa idea que tienes en mente?
  • ¿Y si te lanzas a cambiar aquello que no te gusta?
  • ¿Y si das el paso que llevas tanto tiempo posponiendo?

La vida está llena de oportunidades, pero solo las ven aquellos que se atreven a disparar. Si esperas el momento perfecto, el pase ideal o la certeza de que todo saldrá bien, te quedarás parado. Así que toma aire, confía en ti y tira, porque si entra… será un golazo.


2. El equipo que te pasa el balón: no estás solo

Un gol no empieza en el disparo; empieza en el pase, en la confianza de un compañero que te cede la oportunidad de intentarlo. En la vida, igual que en el fútbol, siempre hay alguien que te acompaña:

  • Un amigo que te escucha cuando lo necesitas.
  • Un mentor que te guía cuando dudas del camino.
  • Tu familia que te anima cuando pierdes la confianza.

¿Quién te ha pasado el balón en tu vida? Piénsalo. Detrás de cada éxito, siempre hay personas que te han dado ese empujón, que han estado ahí cuando lo necesitabas y que te han apoyado sin pedir nada a cambio.

El éxito nunca es individual. Cuando tiras a puerta y aciertas, el gol es de todos. Agradece a quienes te acompañan, porque ellos son los que hacen posible cada jugada, incluso cuando el balón no entra.


3. Aprender de los tiros que no entran

En el fútbol, no todos los disparos terminan en gol. Algunos rozan el poste, otros son atajados por el portero y otros salen desviados. Pero cada intento cuenta.

En la vida, ocurre lo mismo:

  • Puede que tu idea no funcione a la primera.
  • Puede que no consigas ese trabajo o ese cambio que anhelas.
  • Puede que el miedo al fracaso te haga pensar que no merece la pena intentarlo.

Pero incluso el tiro fallado enseña. Cada vez que lo intentas y no sale como esperabas:

  • Aprendes qué puedes mejorar.
  • Te haces más fuerte y más sabio.
  • Te demuestras a ti mismo que tienes el valor de intentarlo, y eso ya es una victoria.

Los grandes jugadores fallan más veces de las que aciertan. Pero no se rinden. Porque saben que el gol llegará tarde o temprano si siguen tirando a puerta.

 


4. Celebrar juntos: el gol siempre es de todos

Cuando el balón entra en la portería, no es solo mérito del que tiró. Es de todo el equipo que creyó en la jugada, que confió en el pase y que celebró el gol como si fuera propio.

En la vida, el éxito también se celebra en equipo:

  • Es ese amigo que te apoyó cuando pensabas rendirte.
  • Es tu familia, que estuvo ahí en los días difíciles.
  • Son tus compañeros, que confiaron en ti y te ayudaron a lograrlo.

No olvides celebrarlo con ellos. Porque las grandes victorias no son individuales; son compartidas. Y cuando el gol llega, la alegría es mucho mayor cuando puedes mirar alrededor y ver a los que lo hicieron posible.

 


5. Reflexión final: la vida se juega tirando a puerta

La vida, igual que el fútbol, no se gana esperando. Se gana arriesgándote, disparando y confiando en tu equipo.

Puede que falles, sí. Pero cada intento te acerca más al gol que cambiará tu vida. Así que no tengas miedo a tirar. Da el paso, intenta esa idea, sal de tu zona de confort. Porque si no lo haces, nunca sabrás si habría salido bien.

Y cuando lo consigas, mira a tu equipo, a los que te pasaron el balón y estuvieron contigo en el camino. Porque ese gol, como todos los goles, es de todos.


Conclusión: el gol que cambia el partido

La próxima vez que tengas una oportunidad, recuerda esto: hay que tirar. El único gol imposible es el que no se intenta. Así que:

  • Agradece a quienes te acompañan.
  • Arriesga y tira sin miedo.
  • Celebra cada intento, porque cada disparo cuenta.

Porque si entra… ¡será un golazo que celebrarás con todo tu equipo!

¿Qué estás esperando para tirar? ¿Quiénes son las personas que te han pasado el balón en tu vida? Reconócelas y lánzate a por tu meta. Porque si entra… será inolvidable.

Sobre el autor

Diego Maquirriain

🚀 Transformar ideas en impacto real

No se trata solo de lo que haces, sino de cómo lo haces y por qué lo haces. A lo largo de mi trayectoria, he aprendido que el conocimiento no sirve de nada si no se comparte, que las mejores oportunidades nacen de las relaciones auténticas y que el éxito no es solo un destino, sino la huella que dejas en los demás.

Durante más de 20 años he trabajado en liderazgo, estrategia y gestión de proyectos en sectores tan diversos como el marketing, las ventas, la innovación y el desarrollo social. Desde la creación y dirección de la Fundación Osasuna, donde aprendí el valor de las alianzas estratégicas al gestionar más de 500 patrocinadores, hasta la dirección de proyectos en Nicaragua, donde lideré iniciativas que generaron un impacto social tangible.

Mi paso por el mundo corporativo, en compañías como TICNA y Q+D, me ha permitido desarrollar estrategias avanzadas en marketing digital, ventas e inteligencia artificial, logrando resultados medibles y transformaciones reales en negocios y organizaciones.

¿Por qué este blog?

Porque creo en el poder de compartir experiencias y aprendizajes. Si hay algo que pueda ayudar a alguien, entonces este espacio habrá cumplido su propósito. Aquí no se trata de vender nada, sino de aportar valor, de inspirar, de conectar.

Si algo he aprendido en todos estos años, es que la diferencia entre la gente «top» y la gente «del montón» no es el talento, sino la actitud. Y si algo puedo hacer por los demás, es compartir herramientas, ideas y reflexiones que sirvan para tomar mejores decisiones, superar desafíos y, sobre todo, disfrutar más del camino.

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